Detrás de las políticas económicas que afectan nuestras vidas existen estudios que permiten identificar la condición financiera de una sociedad, de una empresa, de un Estado y hasta de un individuo. Estos análisis se componen de datos que se construyen mediante el registro de información y la observancia de variables durante un tiempo determinado. De esta manera, se logra determinar las condiciones actuales y se alcanzan a fijar metas, políticas u objetivos encaminados a superar circunstancias de dificultad.
La recolección y el análisis de datos ayuda a realizar una lectura del comportamiento racional que tienen la personas al momento de desarrollar una actividad económica. Diariamente, nos encontramos con estadísticas que nos llegan por medios de comunicación, pero, en pocas ocasiones, nos detenemos a preguntarnos por qué se genera tanta información y qué se hace con ella.
Para ilustrar lo anterior, la recolección de datos estadísticos influye directamente en la función bancaria. Una explicación de esto la ofrece el Banco Central Europeo, que en su página web presenta una sección sobre la importancia de estas bases de datos, respecto de las cuales, afirma que: “son necesarias para la adopción de decisiones fundamentadas que afectan a la vida cotidiana de las personas”. También, señala que la crisis financiera global expuso la necesidad de recopilar datos relevantes y cada vez más granulares, es decir, que no sólo se abarquen “datos agregados”, sino “datos micro”, mediante los cuales se puedan identificar señales de alerta en el sistema financiero.
Otro ejemplo de orientación de política económica y el uso correcto de datos puede verse en el sector salud. Según los estudios realizado por el Profesor, Ricard Hofrichter, históricamente, los mayores avances en salud han sido producto de reformas sociales, entre las cuales se destacan: la abolición del trabajo infantil, la reducción de la jornada laboral, la introducción de la seguridad social, la reducción de la pobreza, las mejoras en los estándares de vida y la seguridad alimentaria.
De igual forma, otros analistas, como el Profesor, Brian Barry, señalan que no existe correlación entre el presupuesto destinado a la salud y la expectativa de vida. Para explicar esto, toman como referencia a Japón, el cual, es el país de la OCDE con mayor expectativa de vida y con uno de los gastos en sanidad más bajos. Así, a partir del análisis de estos datos, los países más desarrollados han logrado orientar el gato público en salud hacia sistemas preventivos.
En ese sentido, adoptar decisiones macroeconómicas en la esfera nacional requiere de una fundamentación técnica que imprima seriedad y respaldo intelectual a la política financiera del país. La independencia y la calidad de las estadísticas deben ceñirse a estándares estrictos que garanticen la precisión, la coherencia y la puntualidad, conforme a normas internacionales y sin interferencias externas. Uno de los grandes retos que afrontan los analistas para la obtención de datos se encuentra en la elección de metodologías y métodos de cálculo. En Colombia, la aplicación de políticas públicas en diversas esferas sociales debe estar cada vez más ceñida a datos de calidad y datos granulados. Para esto, los centros de pensamiento pueden trabajar articuladamente con el sector público y ayudar en esta labor.