El sistema de salud está inmerso en un proceso de transformación cuyos desenlaces deben enfocarse en la calidad de la atención, con personal de salud comprometido para la modificación de los indicadores en poblaciones especialmente susceptibles como son las embarazadas. Las gestantes tienen limitaciones para la atención, por múltiples razones, entre las que cuentan los determinantes sociales de acceso a la educación en el conocimiento de medidas preventivas y de las oportunidades para obtener atención del proceso de la gestación, que ponen a diversas subpoblaciones en situación de mayor riesgo y desigualdad, haciendo especial énfasis en aquellos habitantes de las zonas rurales dispersas, situaciones que contribuyen para tener un sistema frágil y en el que los procesos de atención expresan las deficiencias, con resultados desfavorables en cuanto a la fatalidad y sufrimiento de las mujeres embarazadas, con sus respectivos productos. Por lo tanto, es imperativo identificar los obstáculos que a lo largo del tiempo han limitado la atención de las embarazadas, trabajar organizadamente en estructurar óptima capacitación del personal de salud en todos los rincones de la geografía regional y nacional, disponer de los recursos tecnológicos apropiados, ampliar la oferta de derivados sanguíneos, tener claro conocimiento del comportamiento intrarregional por presentar patrones diferenciales que requieren de individualización en los abordajes diagnósticos y tratamientos que permitan alcanzar objetivos de desarrollo sostenibles. Es nuestra preocupación, el impacto en los indicadores de salud, con tendencias globales que generan retos y disposición de introducir aprendizajes y también de desaprender algunas conductas que no han sido eficaces históricamente. Refiriéndome a nuestro departamento, más allá de las cifras, conozcamos la realidad, obtenida en investigaciones que facultan al intervenir tempranamente los factores de riesgo, conocer las diferencias en el acceso a los servicios de salud, las razones de menor acceso a los controles prenatales y que comprometen la vida materna y neonatal. Adicionalmente, las poblaciones vulnerables tienen mayor número de intervenciones, uso de tecnologías en salud, enfermedades con mayor severidad y desenlaces opacos. Otro punto llamativo se relaciona con la escala de seguridad social con las que cuentan las pacientes, donde la mayor proporción que cursan con enfermedades que ponen en riesgo su vida, pertenecen al régimen subsidiado del sistema de seguridad social. La invitación, una vez más, es a trazar lineamientos basados en evidencia clínica y estudios sociales, hacer la respectiva socialización y entrenamientos en el personal de salud, con seguimiento estrecho de indicadores de desempeño que permitan modificaciones en tiempo real, para estabilizar las curvas de las tendencias en morbimortalidad materna. *Fundación Atarraya.
Montería en los resultados de la Prueba Saber
Según el artículo de la Revista Semana del 26 de diciembre de 2024, Montería se consolida como una de las ciudades líderes de la región Caribe gracias a significativos avances en diversos indicadores que reflejan su progreso. En el último año, la capital cordobesa se...