En la búsqueda de mejorar el desempeño del sector salud colombiano, conviene que la mirada al sistema que trabaja por el bienestar físico y mental sea integral, enfatizando en proporcionar cuidados humanizados a las personas con distintas cargas de enfermedad y construyendo registros claros de la problemática, que permitan el análisis de las tendencias de variables para establecer fortalezas y limitaciones del sistema, estableciendo políticas que impacten en las condiciones de vida de la población y que vayan acorde al proceso de desarrollo de los seres humanos, donde la prevención tiene la mejor relación de costo-efectividad.
Estas son razones suficientes para detenernos a revisar el informe de natalidad del Departamento Nacional de Estadística DANE, donde las tasas de nacidos en los diferentes departamentos de Colombia se han ido modificando. La relación del país desde 1960 hasta la fecha es de franca disminución en el número de nacimientos, actualmente con una relación de 12.5 nacimientos por cada 1000 habitantes, siendo Caldas, Quindío, Nariño, Bogotá, Valle del Cauca, Risaralda, Cundinamarca, Antioquia y Boyacá, con menos de 11 nacimientos por cada 1000 habitantes y en departamentos como La Guajira, la relación es de 24.4 nacimientos por cada 1000 habitantes, duplicando la tasa promedio nacional. La disminución de la tasa de nacimientos nacional en el periodo de 2015 a 2021, ha correspondido a una reducción anual del 2.5% de manera sostenida, algo similar ha sucedido en el departamento de Córdoba en este periodo de tiempo, situándose en 12.5 nacimientos por 1000 habitantes para el año 2021. La importancia del análisis de esta variable es el vínculo con las tasas de pobreza y el nivel educativo de cada uno de los departamentos, teniendo en cuenta la relación directamente asociada con el aumento de los nacimientos, especialmente en población adolescente y adultos jóvenes que no han terminado su etapa de preparación y estudios, desencadenando un abandono temprano de la escuela y acentuando las limitaciones para recibir el apoyo de su entorno familiar, elevando probabilidades de hacer parte del llamado “circulo de la pobreza”.
Siguiendo el hilo, hacemos mención acerca de la caracterización de la morbilidad materna extrema, definida como una complicación obstétrica severa que pone en riesgo la vida de la mujer y que requiere de intervención médica inmediata con el fin de prevenir la muerte, condiciones que deben tenerse bajo seguimiento e intervención, porque requieren de herramientas establecidas para limitar los resultados adversos. Estos deben ser analizados para establecer políticas de mejora y reorientar el proceso de atención. Se ha documentado en trabajos de investigación clínica, que en el departamento de Córdoba hay relación de los desenlaces adversos en pacientes embarazadas con el acceso y la oportunidad para realizar los controles prenatales por personal de salud idóneo, que puedan hacer la detección de alteraciones de la fisiología de la mujer en estado de gestación para limitar las complicaciones y que sean atendidas en el nivel de complejidad hospitalario que requiere el estado clínico de la paciente. Es de anotar, el impacto de los casos de infección por SARS – Cov-2/Covid-19 en la población gestante, situándose como la primera causa de mortalidad materna y condicionando a un aumento neto de la Razón de Mortalidad Materna en más del 50%, esto explicado por la disrupción de la continuidad de los controles prenatales por caída del indicador de cobertura, como se ha visto en otros territorios del país. Otro factor se refiere a la población migrante que no han regularizado sus condiciones de inclusión en el sistema de salud, que atienden el parto a nivel institucional, pero sin acceder a los beneficios de protección específica y protección temprana de la ruta Integral de atención en salud.
En contexto con esto, la óptima implementación de políticas que garanticen la atención a la madre durante el embarazo puede reducir las complicaciones y destacamos la importancia del seguimiento de las variables clínicas que registran las deficiencias de la población gestante para reducir la tasa de eventos catastróficos evitables.
Fuentes:
DANE_Colombia.
Boletín epidemiológico Instituto Nacional de Salud.
Boletín de prensa MINSALUD No 892 de 2021.Waterstone M, Bewley S, Wolfe C. Incidence and predictors of severe
obstetric morbidity: case control study. BMJ. 2001; 322:1089-94.
Francisco M. Camargo Assis., M.D