Ya ha pasado más de un año desde que, en compañía de varios cordobeses, iniciamos el sueño de crear Atarraya. Desde su concepción, el centro de pensamiento ha tenido como filosofía ser una Red de Estudios e Investigaciones Regionales, y de ahí su nombre, Atarraya (según la RAE: Red redonda para pescar en aguas poco profundas).
Quienes desde el inicio hemos estado en esta iniciativa, abrigamos la convicción de ser capaces de desarrollar una red amplia y potente. Con la misma fe que tiene el pescador de nuestra región, lanzamos nuestra Atarraya para empezar a encontrar aliados que fuesen ampliando nuestro campo de acción y grupo de influencia, estos aliados, a fin de cuentas, son el alimento para nuestro centro de pensamiento.
Desde el primer momento hemos estado llenos de buenas sorpresas y muchas satisfacciones. He sido testigo del nivel de liderazgo y de impacto que tienen cordobeses capaces, no solo en nuestras tierras, sino a nivel país y en otras geografías. A nivel interno, empezamos a elevar el nivel de nuestras conversaciones, logramos encontrar espacios en donde las ideas e iniciativas individuales de estos cordobeses empiezan a convertirse en objetivos colectivos, que sin duda aumentan la probabilidad de tener éxito.
También vale la pena agregar que nos encontramos en una etapa en donde estamos logrando despertar interés de aliados fuera del departamento, tanto a nivel individual como empresarial.
Pensar de manera colectiva nos permite entender mejor nuestras problemáticas y nuestros retos, con diferentes ópticas y perspectivas, pues las aproximaciones a las soluciones son diferentes (y complementarias) si tratamos de resolverlas desde una mirada netamente interna (desde la problemática del departamento) que cuanto intentamos darle una mirada externa (teniendo en cuenta las oportunidades que la región, el país y el mundo nos presenta)
Desde Atarraya creemos que estamos en un momento histórico de privilegio. Al cumplirse en este 2022, 70 años de fundación de nuestro departamento, tenemos la oportunidad de introducir algunas dinámicas nuevas, que nos permitan aportar de manera independiente a enriquecer la calidad de las discusiones alrededor de las políticas públicas regionales y, ojalá, contribuir a crear bienestar de largo plazo para todos los habitantes del departamento siendo cada vez más competitivos.
En lo personal, tengo la idea que como cordobeses solo seremos capaces de crear mayor riqueza y bienestar en la medida que logremos aumentar nuestra competitividad, entendida como la capacidad de optimizar el uso de recursos naturales, de capital y principalmente humanos. En este sentido necesitamos promover cambios estructurales en la manera como administramos estos recursos; las iniciativas son múltiples y no necesariamente fáciles de priorizar (educación, conectividad en el sentido amplio de la palabra, comercio y una larga lista que le sigue). Este es uno de los propósitos de Atarraya.
Creo firmemente que la tarea será menos larga y más exitosa en la medida que nuestra red, Atarraya, logre atraer más aliados y más compromiso. Tenemos que realizar de dejar un mejor departamento que aquel que nos dejaron nuestros mayores. Seguiremos creciendo y, es nuestro deseo en compañía de muchos de ustedes que hoy leen esta columna, demostrando “el poder de la red”.
Juan David Taboada